Finalmente llega a la Tierra,
Por las tormentas de la providencia de la salvación.
Santo Señora nadador
Su regalo lleva con reverencia.
Así se lo dedico con afecto
sencillo, marchita mi corona
usted, luz alta
El cielo etéreo silencio,
usted, brillando tan lindo
Para nuestros recalcitrantes piadosas.